SIPNOSIS
La muerte de su padre hace recordar a Guiomar un momento triste en su infancia. 27 años atrás su padre, un profesor universitario, llora sentado en su sillón la muerte del cantaor Antonio Mairena, su admirado amigo. Después del entierro del cantaor, su padre, aún aturdido por la pérdida, reflexiona sobre quién fue Antonio Mairena y qué supone su muerte.
En esta reflexión estética y humana aparece un coro de mujeres inexistentes (inspirado en la tragedia griega) que forman imágenes y ayudan al profesor a poner en pie la historia del cantaor.
Guiomar, en el presente, intenta comprender por qué fue tan importante Antonio Mairena en la vida de su padre.
Aquel que se va es una matriuska rusa: Guiomar evoca a su padre y, a su vez, este evoca al cantaor. Tres historias unidas por el recuerdo que en el fondo son la misma y hablan de lo mismo: el sentimiento de pérdida ante la muerte de los otros. De esos otros que sustentan nuestro mundo y sin los cuales nos sentimos desamparados.
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